Anticípate a los problemas con la prevención. Te mostramos cómo eliminar las algas de tus balsas de agua y mejorar tus sistemas de riego, así como la absorción de nutrientes de tus plantas.
El agua estancada y las altas temperaturas son el caldo de cultivo para el nacimiento y proliferación de microorganismos (bacterias) y microalgas, que se convierten en un problema para la agricultura natural. Por ello, ten en cuenta cómo eliminar las algas del agua de tus balsas y ganarás en salud de tus sistemas de riego, tus plantas, etc.
¿Cómo afectan las algas a la calidad de tu agua?
En la naturaleza, las algas y microalgas son indispensables para hablar del buen estado ecológico del agua, depuran el medio ambiente y aumentan el oxígeno disuelto en el agua.
La situación es diferente si hablamos de balsas de riego:
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Las algas pueden provocar como atascos graves del sistema de riego, que conlleven la sustitución completa de los filtros y sistemas de riego por goteo.
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Aparición de bacterias que se alimentan de las algas, empeorando la calidad de nuestra agua.
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Las algas empeoran la nutrición vegetal, ya que hay menos cantidad de oxigenación en el agua.
¿Cómo mantenemos a raya las algas en las balsas de riego?
Lo mejor es aplicar la prevención. Si te preguntas cómo eliminar las microalgas en las balsas de riego, empieza por aquí. En AgroGM hemos creado un departamento propio de “Gestión de calidad del agua”, en el que damos la mano a Satecma, que ofrece soluciones tecnológicas 100 % respetuosas con el medio ambiente.
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Análisis de campo. El asesoramiento y la información son el principal paso para mantener a raya las algas en las balsas de riego. Los profesionales de AgroGM miden la calidad del agua, PH, conductividad, sólidos disueltos y el oxígeno disuelto, entre otros valores.
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Valorar los datos. Tras la medición, los técnicos realizan un informe sobre los valores obtenidos y las recomendaciones de actuación.
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Prevención. El objetivo del equipo del departamento de Gestión de Calidad del Agua es llegar a prevenir, saber cómo actuar antes de que se desarrollen las bacterias y algas. Para ello, tenemos en cuenta el desarrollo más óptimo de algas y microalgas y actuamos.
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Tratamientos. Proponemos al técnico y al agricultor realizar dos tratamientos. Uno de ellos, en febrero, y, otro, en verano. El objetivo es, primero reducir la población, y, después, aplicar un recordatorio para atacar de nuevo.
Cuidando la aparición de algas y microalgas en el agua estaremos también mejorando la absorción de nutrientes por parte de nuestros cultivos, gracias a una buena oxigenación en el agua, y desarrollando una agricultura natural. Precisamente las balsas de riego son muy habituales en los cultivos de frutos rojos o cítricos, ya que los agricultores almacenan ahí el agua que es suministrada por las comunidades de regantes.
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